Blog de Juan Antonio Ruescas, profesor de Filosofía y ciudadanía.
Abierto a la participación de los alumnos de esta y de otras materias del Departamento de Filosofía

miércoles, 24 de febrero de 2016

Las cuatro nobles verdades del budismo son:
1. Toda existencia es sufrimiento.
2. El origen del sufrimiento es el deseo.
3. El sufrimiento puede extinguirse, suprimiendo su causa (el deseo).
4. Para extinguir la causa del sufrimiento (el deseo) debemos seguir el Noble camino óctuple: recta comprensión, recta determinación, recto hablar, recto actuar, recto medio de vida, recto esfuerzo, recta consciencia (estar-presente), recta concentración )
A partir de aquí propongo una reflexión a los alumnos de Psicología, a propósito del tema de la motivación: ¿es posible este camino?, ¿es posible suprimir el deseo?

jueves, 23 de abril de 2015

Sugiero a los alumnos y alumnas de Filosofía que estén atentos a los microespacios que en diversos programas de radio y televisión se dedican a la filosofía. En las mañanas radiofónicas de los fines de semana podéis escuchar un par. También, si uno hace un seguimiento de los periódicos de tirada nacional, es fácil encontrar artículos de opinión escritos por gente de la filosofía.
A partir de esta sugerencia, planteo la siguiente ACTIVIDAD: investiga, en radio, televisión, Internet y periódicos, a ver si es verdad lo que digo. ¿Estás de acuerdo?, ¿o tampoco es tanta la presencia de la Filosofía en los medios? ¿Qué opinas? ¿Qué has encontrado? Debes introducir algún comentario a esta entrado con tu participación. Recuerda que si no eres seguidor de este Blog, debes hacerte seguidor cuanto antes.

martes, 21 de abril de 2015

Últimamente la gente habla mucho del espíritu emprendedor. ¿Qué es eso? Muchos sugieren que es tener ideas sobre nuevos negocios y tener la capacidad de ponerlas en marcha. Pero muchas veces la gente ha conseguido tener negocios prósperos sin respetar el bien común ni los derechos de las personas. Por eso tiene uno la impresión de que más importante que educar el espíritu emprendedor es educar el espíritu cívico. ¿Quieres ser empresario? Sé un buen empresario y piensa en el bien común. ¿Quieres ser peón y realizar un trabajo manual? Sé un buen peón y piensa en el bien común. ¿Quieres ser ingeniero? Sé un buen ingeniero e innova todo lo que puedas, pero no pierdas de vista el bien común. A mí, cuando pienso en un "emprendedor puro", lo que se me viene a la mente es la imagen de un pirata, no la de un buen ciudadano.

lunes, 13 de febrero de 2012

En un mundo nuevo, en un siglo en el que los hombres están faltos de seguridades; en el que la ciencia florece y forja una nueva visión de la naturaleza; en una cultura en la que declina la autoridad religiosa y su saber escolástico; en un continente sometido a guerras e intolerancias; en el tiempo del barroco, en el que todo parece estar en movimiento y la vida y el sueño se confunden, en esa situación… Descartes se pregunta por la posibilidad de reconstruir el edificio del saber para alcanzar certezas.

sábado, 8 de enero de 2011

Otra "teoría" sobre la ética

Cuando explicamos las teorías éticas en la asignatura de Educación Ético-Cívica de 4º de ESO, solemos agruparlas en dos familias: las éticas materiales (o teleológicas) y las formales (o deontológicas). Esa división está muy bien (la discusión que envuelve conecta con algunos de los más venerables y fecundos temas de la filosofía occidental), pero no deberíamos olvidar que hay muchas más formas de plantearse la teoría ética. O sea que la única cuestión filosófica no es ¿busco una definición del bien o un procedimiento para elaborar normas? Como ejemplo de otra forma de plantearse las cuestiones éticas, más allá (o más acá, qué se yo) de la división entre éticas materiales y éticas formales, os propongo unas líneas que Rafael Sánchez Ferlosio escribió en 1984:
«Es sumamente ridículo el hecho de que desde el más enloquecido abertzale o autonomista hasta alguien (…) rabiosamente unitario y nacional (…) incurran indistintamente en la misma jerga de borrachos de la “identidad” (…). El fundamento filosófico de la moral de identidad y el hálito religioso del culto a San Simismo no consisten sino en la convicción de que nadie puede encarar su propia vida ni darle cumplimiento más que rigiéndola (…) con arreglo a cierta peculiar figura embrionariamente inscrita a nativitate en las entrañas del sujeto. (…) Hoy, por lo visto, nadie considera que pueda hallarse en la tierra ni en el cielo otro santo más digno de imitar que él mismo. El santo universal, el santo único es hoy únicamente San Simismo. (…) A la moral de la identidad, en fin , acaso el nombre científico que mejor le cuadre se el de “moral del pedo”, pues la condición particular del pedo es tal vez la figura más capaz de definir con plena exactitud la situación, en la medida en que la escrupulosa selección de lo genuinamente propio y el riguroso rechazo de lo extraño por los que se distingue la actuación moral de identidad en ninguna otra imagen podrían estar mejor representadas que en el pedo, a cuya esencia igualmente pertenece la rara condición de que nos complacemos en el aroma de los propios tanto como nos causa repulsión el hedor de los ajenos»
A los seguidores de este blog que sois además alumnos de Ética de 4º en el IES de Valera, os propongo que me comentéis el texto de Sánchez Ferlosio y me digáis si os interesa más o menos que las teorías que hemos visto en clase, y por qué.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Teorías éticas y convivencia

¿Qué es una teoría ética? Es una reflexión en la que no se nos dice que debamos hacer ésto o aquello porque es bueno, o porque es justo, sino que se nos propone una posible respuesta a preguntas como "¿Qué es lo "bueno"?, ¿qué es la "justicia"?. En principio, puede parecer que eso sólo es cuestión de teoría y que no vale mucho para la práctica. Pero quizá no sea así. Al conocer las teorías éticas nos damos cuenta de que no todo el mundo define igual la bueno o lo justo. Incluso podemos descubrir que no todo el mundo ha considerado que la búsqueda de la felicidad sea lo principal que debe guiar nuestras decisiones. Aprendemos, en fin, que no todo el mundo entiende la vida como nosotros. Y saber eso nos ayuda a convivir.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Imagina

Tras el parón estival, retomamos este blog. Y lo hacemos hablando del interés por entender nuestro mundo, y especialmente nuestros orígenes (tema que suele estar presente cuando comenzamos el desarrollo de Filosofía y ciudadanía).
A propósito del descubrimiento en Las Hoyas (Cuenca) de un nuevo dinosaurio, el paleontólogo José Luis Sanz concedió una entrevista al diario “El País”. Preguntado por la causa de que sintamos atracción por estos animales, el científico afirmo: "Creo que (los dinosaurios) han sustituido, en la mente colectiva, al mito de los dragones, a esos animales que en las creencias populares medievales proceden del inframundo”.
Esto me recuerda que los mitos, la filosofía y la ciencia tienen en común el deseo de entender nuestro mundo, como decía al principio, y que todas las buenas respuestas que hemos elaborado para intentar satisfacer esa pulsión de curiosidad tienen en común la capacidad para imaginar. Es verdad que se debe tener cuidado porque cuando la imaginación se pone a trabajar puede surgir también la mera ensoñación, o el autoengaño. Pero, sin llegar a tanto, un poco de fantasía nunca viene mal. Prefiero al que fantasea (siendo consciente de que lo hace) que al que nunca fantasea. ¿Es que no estamos mejor ubicados en nuestro mundo cuando somos capaces de pensar en ciertas cosas aunque sabemos que “no las hay”? No las hay pero bien que nos gustaría que las hubiese. Que las hubiese y que pudiésemos verlas. ¿No nos prepara esta “insatisfacción con lo que hay” para ampliar nuestro mundo?
Lo importante, en cualquier caso, es la capacidad para imaginar. Fue en la imaginación de los científicos donde muchos de los grandes hallazgos de las ciencias (¿todos, quizá?) existieron por primera vez.
Con o sin fantasía, pensar consiste, precisamente, en ir más allá “de lo que hay”. Ceñirse a “lo que hay” no es pensar, es “administrar”. Y de administración ya anda sobrado nuestro mundo. Así que bienvenida sea la capacidad para imaginar. La imaginación le sirve al paleontólogo para reconstruir cómo sería el aspecto y la vida de un dinosaurio del que sólo encontró unos huesos (aunque luego tendrá que ser riguroso para confirmar o negar lo que ha imaginado); la imaginación sirvió a los antiguos para explicar la realidad con mitos y poder expresar así algunos vínculos de unión con sus conciudadanos; la imaginación puede servirnos a todos para saber que las cosas en nuestra sociedad siempre pueden ser distintas de cómo son.

Los de mi generación recordarán un mensaje de "La bola de cristal": se veía una imagen pixelada y una voz decía: tienes 20 segundos para imaginar... Y, transcurrido el tiempo: si no se te ha ocurrido nada... a lo mejor deberías ver menos la tele. ¿Recordáis? Lo interesante sería que la vida, en general, fuese para nosotros como aquella imagen pixelada.